Revista racionalista enemiga de la metafísica. Considerada por algunos como una reliquia del pasado o, como mucho, como un molesto estorbo, la inmensa mayoría coincide en pensar que carece de importancia suficiente como para prestarle atención. Tras la agitación social y racionalista que llevó a la Revolución Francesa y, posteriormente, a la lucha por una sociedad comunista autoritaria o antiautoriataria hoy día vivimos una situación de franco retroceso respecto a aquellos derechos que tanto costó antaño conquistar. Paralelamente, ese mismo paso del tiempo ha contemplado un permanente esfuerzo de reorganización por parte de las fuerzas absolutistas antaño derrotadas. Desgraciadamente, nadie ha tomado en sus manos, hasta ahora, la tarea de denunciar sus actividades. Ese es precisamente el objetivo que vamos a perseguir desde esta humilde tribuna. Nuestros esfuerzos se van a concentrar en desenmascararla, mostrando la putrefacta realidad que se esconde bajo su escudo protector, la religión sea esta cual seaasí como las mentiras que los medios de comunicación difunden, haciéndola el juego. Esperamos que nuestra labor ayude a la lucha por la emancipación del ser humano de todas las fuerzas irracionales que nos atan desde hace milenios. Si la prensa no sabe es porque no quiere.
Después de la preparación durante el relaciones y la celebración sacramental del boda la pareja comienza el camino ordinario hacia la progresiva actuación de los valores y deberes del mismo boda. A la luz de la fe y en virtud de la expectación, la familia cristiana participa, en grial con la Iglesia, en la experimento de la peregrinación terrena hacia la plena revelación y realización del Reino de Dios. Preparación Pero los cambios que han sobrevenido en casi todas las sociedades modernas exigen que no sólo la familia, sino también la sociedad y la Iglesia se comprometan en el esfuerzo de preparar convenientemente a los jóvenes para las reponsabilidades de su futuro. Muchos fenómenos negativos que se lamentan hoy en la vida familiar derivan del hecho de que, en las nuevas situaciones, los jóvenes no sólo pierden de aspecto la justa jerarquía de valores, estrella que, al no poseer ya criterios seguros de comportamiento, no saben cómo afrontar y resolver las nuevas escaseces. La preparación al matrimonio ha de ser vista y actuada como un proceso gradual y continuo. En alcance, comporta tres momentos principales: una preparación remota, una próxima y otra inmediata.