Por eso, traemos una lista con las mejores frases de Charles Baudelaire que muestran su filosofía de vida. Sobre los sacrificios que a veces debemos hacer. Para el niño, amante de mapas y grabados, el universo es igual a su inmenso apetito. Nunca pierdas ese espíritu insaciable de curiosidad por el mundo. Mostradnos en los estuches de vuestras ricas memorias esas joyas admirables, hechas de astros y éteres. En esta frase de Baudelaire, el autor son invita a apreciar todos nuestros momentos vividos. Que procedas del cielo o del infierno, qué importa. Lo que importa son los actos que hacemos en esta tierra. Para llegar a dónde se quiere, debemos alejarnos de lo que nos impide avanzar.
El padre de este escritor fue quien fomentó en su hijo el gusto por la lectura, y él mismo fue quien con el pasar de los años reconoció que de no ser por él no hubiera sido escritor. La poesía ocurre como un accidente, un atropello, un enamoramiento, un crimen; ocurre diariamente, a solas, cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida. Cualquier momento es bueno para escribir lírica, sólo necesitamos la motivación suficiente. Estoy enfermo de ti que me eres necesaria como un vicio tremendo brumoso, exacta, insoportable. Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. El amor es poco que nos acompaña durante todas las horas del día, este escritor, sin duda, era todo un enamorado.
Por lo tanto, aquella noche, como la anterior, Catalina quiso velar a su lado y Carlos, como es de suponer, se presentó para acompañarla. Volvieron a verse aquella segunda noche con el placer de dos compañeros de trabajos o peligros que se hubiesen separado por largos años, y se instalaron cerca de la enferma con la franqueza que inspira la aplomo de ser mutuamente agradables. Como Elvira descansaba tranquilamente, Catalina se apartó de junto a ella yendo a colocarse en un sillón al extremo opuesto del aposento, y dijo a Carlos con dulce familiaridad: -Puesto que hemos de velar y que por actualidad no necesita Elvira, mientras ella duerme podremos hablar en voz baja. Hace algunos días que hubiera manifestado mi curiosidad, si el obstinado desvío de Ud. Le creo a Ud. Yo reconocí en ella la mitad de su alma, ella me dio toda la suya. Ambos nos necesitamos para completar un alma, una vida, una felicidad. Ésta es mi historia, eso es todo, Catalina.