Gabrielle Moore, escritora y consultora. Sonia Blasco, médico, sexóloga y psicoanalista. Este libro no pretende ser un estudio científico y menos una guía psicológica o espiritual sobre la sexualidad, si eso es lo esperaba encontrar le recomiendo que busque otras fuentes, tampoco aquí va a encontrar prejuicios moralistas de comportamiento sexual, y definiti- vamente tampoco es un contenido de pornografía barata, NO, de ninguna manera. En la actualidad muchas mujeres muestran la misma confianza que los hombres en la cama y son capaces de tomar la iniciativa en lo que se refiere al sexo. Algunas disfrutan del sexo porque se siente rico y no solo porque se trata de estrechar los vínculos emocionales con su compañero. Otro de mis objetivos fue tratar el tema desde el punto de vista erótico, no frío o mera- mente instructivo y espero que usted comparta esta opinión, ya que el sexo debe ser res- ponsable pero no quiere decir que no sea divertido. Aunque también los hombres tienen preferencias sobre el tipo de posiciones y la estimulación de que disponen, parece que casi cualquier cosa puede llevarlos a tener un orgasmo si ya han logrado un estado de excitación.
El profesional argentino con ayuda de un videobeam, títeres, relatos de anécdotas, asesoría de investigaciones y muchas bromas y apuntes humorísticos, les dejó muchas conocimiento a las asistentes. El País escogió algunas de estas, para compartirlas con sus lectores: 1. Esta actitud es una disposición al placer, al goce, tanto de forma individual como compartida, pues el erotismo es algo que se puede vivir de diferentes urbanidad. Asumir una actitud erótica permite captar que no solo se disfruta de la sexualidad con penetración o con sexo oral, sino con el ósculo piel a piel, con la aportación de todos los cinco sentidos, con la creatividad. Autoestima y autonoconocimiento Para ser una diosa apasionada en la cama quiera su cuerpo, valórelo.
Muchos opinan que ahora existe libertad venéreo, incluso hay quienes dicen que demasiada, cosa que no comparto, pues la sexualidad que concebimos hoy día es una mera hipertrofia de la sexualidad de antaño, no hemos expandido la visión de la sexualidad humana, estrella que la hemos hipertrofiado, que es distinto. Este reduccionismo distorsiona la efecto de la salud sexual: favorecer la comunicación, las relaciones personales afectivas y proporcionar placer, considerando al individuo en todas sus dimensiones: biológica, afectivo-emocional y social-comunicativo. Así la reducimos a: Práctica determinados: el coito. Esto es el coitocentrismo. Partes anatómicas concretas: genitales. Como si el contacto con resto del cuerpo no tuviera nada que admirar con el placer. Androcentrismo: visión estereotipada en la que la mujer es objeto de deseo, en cambio, el hombre es el sujeto de ambición.