Risas aseguradas y realismo sucio o, al menos, realismo de ir hecho unos zorros. Med Vega Como suele ocurrir con los autores nóveles de editoriales independientes, hay poca información en las redes sobre él, pero aquí os dejo en resumidas cuentas lo averiguado. Granaíno, nacido en el 82 casi acierto el año antes de haberlo buscado y trotamundos durante muchos años, ha vivido en Escocia, Estados Unidos, Bélgica o Francia. Como decía, «No vas a aprender en tu puta vida» es su primera novela, publicada eny es posible que su título le haya cerrado algunas puertas. Una persona que ha crecido en bares, locales de conciertos y bibliotecas como he leído en una entrevista acarrea a sus espaldas muchas historias que contar. Ese tipo de personas me inspira confianza e interés. Hoy puedo decir que he ido a centenares de conciertos y visto miles de grupos. No exagero. De los dos primeros lugares en los que ha crecido no te cabe duda en cuanto empiezas la novela, de lo de las bibliotecas tampoco: sabe bien cómo contar una historia, se nota que ha leído mucho.
Baza los sueños como las voces de difuntos, y las visiones, son tres formas de comunicación con lo fabuloso o, en palabras de mi abuela, con el otro mundo, con la otra vida. Ahora vamos a ahondar los elementos que las definen. Los sueños son unas de las formas mediante las cuales lo divino se comunica con Pepa. Esta comunicación se da en un espacio onírico. Ya por lo general, los relatos son bastante claros. Podemos señalar, entre varios, cuatro temas principales: - Sueños en los que el Señor se relaciona con ella, o le muestra lo que fue su vida en la tierra 11 - Elevaciones 3 - La Virgen 1 - El belcebú 1.
La paciente SM: la mujer sin alarma Por aberron, el 17 diciembre, Imaginemos la siguiente situación: una madama pasea por un parque en centro de la noche. Mientras camina observa a un hombre apoyado en un banco que le hace un ademán y ella se acerca. Desconcertado, el hombre sale corriendo y se va, y la mujer sigue su acceso como si tal cosa. La biografía ocurrió hace 14 años y la mujer es una paciente conocida por los neurólogos por sus iniciales, SM. Para poner a prueba a la paciente, que ahora tiene 44 abriles, primero le pidieron que llevara un diario durante muchos meses, en el que iba registrando sus sensaciones. Todavía hablaron de sus experiencias en el pasado y en ellas tampoco aparecía rastro de miedo después de la lesión.