El negocio de la prostitución se ha disparado con la crisis económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución. Sus alumnas son seis chicas que quieren ser prostitutas. La lección empieza a primera hora de la mañana en un aula que Concha ha alquilado en el centro de Barcelona.
Ya tenía clase en el instituto a la mañana siguiente, acabó saltando de la cama, dirigiéndose hacia el ordenador. Desde que su mejor amiga había hecho una fiesta sin invitarla, se sentía humillada y llena de hidrofobia. Al hablarlo con ella, le había dicho que la fiesta había sido idea de Jenny, una chica de clase con la que Mariana no se hablaba. Mientras Mariana encendía el ordenador, un trueno hizo retumbar la ventana abierta. Antes de sentarse fachada al ordenador, se preguntó quién sería aquel payaso que volvía a apartamento de madrugada sin haberse podido evolucionar. Vio que eran demasiadas. A muchas personas apenas las conocía, y otras que conocía bien no podían llamarse así.
El gacetilla. Esta informacion esta. Totalmente desfasada, el Wow y el Totem, por antonomasia ya no existen. Buenos días, Pedro.