El poder de la imaginación Entendemos una fantasía como una representación mental de algo que hemos vivido o simplemente que creamos en nuestra mente. Cuando el contenido de la fantasía produce una excitación sexual o te lleva a sentir sensaciones placenteras, hablamos de fantasía sexual. Ayuda a aumentar la excitación sexual, tanto a nivel individual como en pareja. Permite evadirse de la vida real, permitiendo romper con la monotonía.
Es esta capacidad tan humana la que nos permite cambiar el mundo que nos rodea modificando nuestra manera de interpretarlo. Pero también es nuestra debilidad de sucumbir a pensamientos negativos que nos hacen daño y nos paralizan. Nuestra mente es capaz de entrever lo mejor, pero también recrear nuestras peores pesadillas. La ansiedad patológica, por ejemplo, se basa en la actuación de situaciones que catalogamos como amenazantes y que solo existen en la imaginación.
Todos tenemos deseos, pero la timidez a veces no dejan que salgan a flote. Si, por el contrario, te has liberado y has conseguido actuar realidad tus fantasías, eres una andoba afortunada. Otros, sin embargo, a agonía de llevar a cabo sus deseos sexuales observaron que, incluso cuando los sueños se cumplen, a veces no tienen el fulgor que les habíamos conferido con la imaginación. Es entonces cuando llegan las frustraciones. Cera libidinoso Siempre había tenido como fetiche venéreo que alguien me tirase la cera caliente de una vela por el cuerpo, contó un usuario. Los usó conmigo una noche y no leyó que, claramente, debía soplarlas antes de derramarlas sobre mí. Mi novia suele ponerse orejas de gato en la cama para ponerme nervioso e incomodarme Al derramar la cera caliente sobre mí pensé que me moría, salté y grité, indicó.