La amabilidad abre puertas. Las relaciones son fuente de satisfacción y bienestar, motivo por el cual debemos mantenerlas y mimarlas. Nuestra red de apoyo social, conformada por amigos, familiares y otras personas importantes, nos sirve para confesarles nuestras emociones y opiniones, liberando estrés. No contar con esa red social es un problema dado que nos guardamos nuestras emociones que pueden degenerar en mucha inestabilidad emocional, agravada por un sentimiento de soledad e incomprensión. La amabilidad es una actitud personal positiva tanto para nosotros como individuos como para aquellos que nos rodean. Es esa energía que nos mantiene conectados al resto de la sociedad, que nos protege de la soledad y del malestar asociado. La amabilidad es aquello que fortalece nuestras relaciones interpersonales, fundamentales para nuestra salud mental teniendo en cuenta que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo interactuando con otras personas. Si se trata de una persona a la que vemos casi cada día, lo mínimo es aprenderse su nombre después de tanto tiempo. Puedo asegurar que tener que repetir a alguien día sí y día también cómo me llamo porque no se ha molestado en prestar atención y memorizarse cuatro fonemas no me invita a perder mi tiempo con esa persona.
Esa experiencia que a casi todo el mundo le gustaría tener pero que muy pocas veces reconocen abiertamente acaecer deseado. Una actividad tan excitante de imaginar como atrevida de realizar. Los tríos son una realidad y muchas personas los llevan a cabo. El sexo grupal es arriesgado y intrigante. Vivimos una época de cambio. Como en todas las esferas de la vida, la tecnología influye en el hecho de que este tipo de relaciones ganen adeptos, así como la autosuficiencia de la mujer favorece a que ellas tomen las riendas de la relación y apuesten por nuevas formas de amar.
Éstas son las razones: No puedes conseguir novia. Y no es porque no puedas encontrar una mujer o, simplemente, porque no le gustes a ninguna. Hay razones reales y cuantificables. Aquende tienes algunas de ellas: 1. No puedes esperar encontrar una sin actuar nada. Te falta personalidad, experiencia y confinza en ti mismo Las apariencias atraen, pero es la personalidad la que retiene. Pese a lo que te pueda parecer, el atractivo venéreo no va tanto en función del atractivo físico, sino de la confianza en uno mismo.